De acuerdo con un artículo publicado por el Valor Econômico, la generación propia de energía solar en medianas empresas brasileñas —aquellas con facturación anual entre R$ 15 millones y R$ 500 millones— ha registrado un crecimiento expresivo en los últimos años. El movimiento es impulsado principalmente por la búsqueda de reducción de costos operativos y por la facilidad de implementación de los sistemas fotovoltaicos.

Según datos de la consultora Greener, estos negocios ya suman 4,3 GW de potencia instalada en proyectos de generación distribuida en el propio lugar de consumo, lo que representa poco más del 10% de toda la capacidad nacional en esta modalidad (42 GW).

Crecimiento acelerado

La instalación anual de sistemas solares en empresas de tamaño medio más que se triplicó en los últimos cuatro años: en 2020 se añadieron 349 MW, mientras que en 2023 la cifra saltó a 1.180 MW. Solo hasta julio de 2025 ya se conectaron 569 MW, y la expectativa es cerrar el año con alrededor de 900 MW adicionales.

Este avance fue favorecido por ajustes regulatorios que incentivaron nuevos proyectos y por condiciones de mercado más competitivas. El precio promedio de los sistemas comerciales de 1 MWp cayó un 19% en un año, pasando de R$ 2,70 millones en enero de 2024 a R$ 2,18 millones en enero de 2025. Con ello, el tiempo medio de retorno (payback) también disminuyó de 4,4 años a 3,2 años en sistemas de menor porte, reforzando la atracción de las inversiones.

Energía como diferencial competitivo

La energía eléctrica es uno de los principales componentes de los costos operativos de las empresas brasileñas. Al invertir en generación propia, las medianas compañías logran mitigar aumentos tarifarios por encima de la inflación, reducir la exposición a las banderas tarifarias y protegerse del crecimiento de cargos como la Cuenta de Desarrollo Energético (CDE), que actualmente representa cerca del 25% de la factura y podría llegar al 30% en 2030.

Otro atractivo es la simplicidad en la instalación de los sistemas, que pueden entrar en operación en plazos cortos y con baja necesidad de mantenimiento. Con garantías de hasta 25 años, los módulos solares ofrecen previsibilidad a largo plazo y contribuyen a liberar recursos que pueden destinarse a otras áreas estratégicas de las empresas.

El próximo ciclo: baterías y resiliencia energética

El siguiente paso de la generación solar en medianas empresas tiende a ser la incorporación de sistemas de almacenamiento en baterías. Esta tecnología permitirá un mayor equilibrio en el consumo diario, además de reducir riesgos de fallas en el suministro de las distribuidoras.

Expertos del sector destacan que las baterías tendrán un papel relevante para garantizar la resiliencia energética frente a eventos climáticos extremos, reforzando aún más la importancia de la energía solar como solución estratégica para la competitividad empresarial en Brasil.