De acuerdo con un artículo publicado por PV Magazine, la República Dominicana dio un paso importante para reforzar su transición energética: el país lanzó una licitación de hasta 600 MW de capacidad en energía solar y eólica, con la exigencia de que todos los proyectos incluyan al menos cuatro horas de almacenamiento en baterías.

La medida busca fortalecer la confiabilidad y la flexibilidad del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SENI), permitiendo que las nuevas fuentes renovables se integren de manera más estable. El regulador local, la Superintendencia de Electricidad (SIE), estableció que los sistemas de almacenamiento deberán garantizar servicios adicionales como regulación de frecuencia, control de rampas, inercia sintética y capacidad de arranque en negro (black start).

El pliego prevé la participación de proyectos entre 20 MW y 300 MW, que serán contratados mediante acuerdos de compra de energía (PPAs) de largo plazo en dólares, lo que aporta mayor seguridad a los inversionistas.

Con esta iniciativa, la República Dominicana se suma al grupo de países latinoamericanos que están impulsando la adopción de baterías como parte esencial de la matriz eléctrica, no solo como soporte tecnológico, sino también como elemento estratégico para acelerar la descarbonización. El resultado esperado es un sistema eléctrico más moderno, resiliente y sostenible, preparado para atender el crecimiento de la demanda y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.