

Impulsada por la creciente demanda energética, políticas de incentivo y un entorno económico cada vez más favorable a las energías renovables, América del Sur debería sumar alrededor de 160 GW de capacidad solar fotovoltaica en los próximos diez años. La proyección proviene del informe “Perspectivas del mercado de energía solar fotovoltaica en América del Sur 2025”, elaborado por la consultora internacional Wood Mackenzie y difundido por Review Energy.
Según el estudio, el crecimiento estará liderado por dos mercados ya consolidados: Brasil y Chile, que juntos deberían representar el 78% de las nuevas instalaciones en la región. Aun así, los desafíos logísticos y regulatorios deberían llevar a estos países a buscar soluciones híbridas, como la combinación de energía solar con almacenamiento.
El análisis muestra que casi la mitad (48%) de la nueva capacidad provendrá de proyectos de pequeña escala (de menos de 5 MWdc), como resultado de la fuerte adopción de la generación distribuida en varios países sudamericanos. No obstante, el informe indica que el ritmo de crecimiento podría alcanzar su punto máximo en 2024, con una posterior desaceleración, especialmente en Brasil, debido a la reducción de incentivos y cuellos de botella en la transmisión de energía.
A pesar de ello, las perspectivas son positivas: la economía de los sistemas solares continuará evolucionando, con una reducción proyectada de hasta el 42% en el costo nivelado de la energía (LCOE) hacia 2035, tanto para sistemas con seguidores de un solo eje como para estructuras fijas.
Brasil, Chile y los nuevos caminos del sector
En Brasil, el mayor mercado solar de la región, el estudio señala una leve desaceleración tras años de fuerte expansión impulsada por incentivos que ya han expirado. Las grandes plantas enfrentan un escenario de sobreoferta e infraestructura de transmisión limitada, mientras que la generación distribuida enfrenta aumentos de tarifas, impuestos sobre módulos y conflictos con las distribuidoras. Sin embargo, nada de esto impedirá que el país siga destacándose en la región.
Además, el mercado libre, con contratos PPA corporativos, sigue siendo una fuerza impulsora para nuevas instalaciones, con el 99% de la cartera actual brasileña orientada a este segmento.
En Chile, desafíos similares relacionados con la infraestructura eléctrica están llevando al país a acelerar la adopción de proyectos híbridos que combinen energía solar y almacenamiento. Según Félix Delgado, analista sénior de Wood Mackenzie, “Chile está allanando el camino para la adopción de sistemas de almacenamiento en la región, sirviendo como laboratorio para soluciones en países con alta penetración de fuentes renovables”.
Otros mercados y nuevas oportunidades
En Argentina, el crecimiento de la energía solar está siendo impulsado por contratos corporativos de largo plazo vinculados al dólar estadounidense, convirtiendo a los PPAs en una de las principales herramientas de expansión. En mercados emergentes como Colombia y Perú, las subastas reguladas siguen siendo fundamentales para atraer nuevas inversiones.
El informe concluye que, además de satisfacer la demanda eléctrica, el crecimiento de la energía solar en América del Sur será estratégico para viabilizar la producción de hidrógeno verde. Países como Brasil, Chile y Colombia están bien posicionados para liderar esta nueva etapa de diversificación energética.
Cabe destacar que Astronergy tiene una fuerte presencia en el mercado latinoamericano, con un equipo técnico y comercial calificado para atender las distintas demandas de cada país, promoviendo la sostenibilidad a través de la energía solar.
Fuente: Review Energy, basado en el informe de Wood Mackenzie